Una vez
que han pasado las fiestas decembrinas, llega el momento de desmontar la decoración navideña y pensar qué haremos con los adornos y
el árbol de Navidad.
Una
opción para reciclar el árbol de Navidad es plantarlo en el jardín; luego de
unos años verás en el jardín un árbol muy bonito que resistirá perfectamente
las bajas temperaturas del invierno. Si no tienes terraza, jardín u otros
espacios abiertos, puedes regalar el abeto a algún amigo que tenga espacios
verdes en su hogar.


Si todos tenemos voluntad de
hacer algo bueno por nuestro planeta, en menos de lo que te imaginas, veremos
resultados positivos, que al final, será el sitio donde vivirán nuestros hijos.
¡Anímate, y empecemos el cambio!
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