martes, 26 de mayo de 2015

Suavizante de telas ecológico.

Ahorra dinero, ayuda al planeta y cuida tu salud haciendo tu propio suavizante casero es muy fácil y barato, para ello necesitas los siguientes materiales:
  • 1  taza  de vinagre
  • 1/3 de taza de Bicarbonato sódico
  • Aceite esencial con tu aroma favorito 
  • 2 tazas  de agua
Paso 1: Mezcla las 2 partes de agua con el vinagre blanco en un bol o botella de plástico.
Paso 2: Con cuidado y paciencia vierte el bicarbonato en la mezcla, entre más rápido lo eches más espuma hará, así que hazlo muy despacio para no desperdiciar material.
Paso 3: Mezcla unos segundos y agrega solo unas gotitas del aceite esencial para que tus prendas además de suaves queden muy perfumadas.
Este suavizante casero es muy recomendable para las personas con alergia a algunos productos químicos. Se utiliza igual que el tradicional aunque es más recomendable utilizarlo en ropas de colores y oscuras. Además su mezcla cumple otra función, la de limpiar tu lavadora de todas las partículas de detergente y otras suciedades que quedan en los agujeros.

martes, 19 de mayo de 2015

Pasta de dientes casera

El precio de la pasta dental es algo elevado, sobre todo si se compara a los pocos pesos que debes invertir en los ingredientes para hacerla tu misma. 
Eso sin mencionar que tienes control total sobre lo que colocas y que te deja un aliento fresco por mucho, pero mucho más tiempo.

Se debe aclarar que necesitas olvidarte de todo lo que conoces hasta ahora; ya que ésta receta no hace espuma, no es dulce y no es cremosa. 

Al contrario, es un tanto arenosa ya que no pasa por tantos procesos químicos pero recalcamos que te dejará un aliento fresquísimo, ayudará a tu salud bucal y hasta al mismo blanqueamiento de tus dientes de manera natural. 
Para hacer la pasta de dientes casera necesitas:

2/3 de taza de bicarbonato de sodio
10-15 gotas de aceite esencial de hierba buena o de coco 
3 cucharadas de agua potable
Preparación:

En un recipiente combina el bicarbonato, y el aceite esencial. 
Seguidamente agrega 1-2 cucharadas de agua filtrada, mezcla bien y continua agregando pequeñas cantidades de agua hasta que la mezcla alcance consistencia pastosa (puedes llegar a usar una cucharada completa).

  • Guarda la pasta en un envase de vidrio para que puedas tenerla cerca de tu cepillo de dientes.
  • Para sacar la pasta del envase puedes meter tu cepillo de dientes, o designa una espátula para ese propósito.

martes, 12 de mayo de 2015

Shampoo casero

No todos los productos de belleza hacen bien al cuerpo, debido a sus componentes químicos. Si tenemos la piel muy sensible En lo que respecta a los shampoo, hay que tener mucho cuidado porque el cuero cabelludo es tanto o más delicado que la piel del rostro y está expuesto a muchos agentes nocivos.
Los siguientes shampú caseros, naturales u orgánicos son realmente muy buenos para tu pelo, cumplirán con creces sus funciones y de a poco tu cabello y piel volverán a verse hermosos y saludables.
  • Shampú de sándalo: los ingredientes son 25 gramos de flores secas de manzanilla, 25 gramos de raíz de saponaria picada, 250 ml de agua caliente y 20 gotas de aceite natural de sándalo. Coloca las flores y la raíz en un recipiente y vierte agua caliente, remueve y deja toda la noche reposar. Al otro día cuela y aplica el aceite de sándalo.
  • Shampú de naranja y jabonera: necesitas medio litro de infusión de jabonera, dos cucharadas de zumo de naranja y dos yemas de huevo.Bate las yemas y añade los otros dos ingredientes. Envasa y guarda en el refrigerador. Usa como de costumbre para lavar el pelo, lo dejará muy sedoso. 

  • Shampú de agua de rosas: para el cabello moreno o castaño. Lleva dos cucharadas de vinagre, dos cucharadas de agua de rosas y dos huevos. Mezcla todo y aplica con un masaje en el cuero cabelludo. Aclara y repite. Deja 15 minutos, enjuaga bien y coloca tu acondicionador de siempre o alguno casero también para mejores resultados.

  • Shampú de coco y huevo: es para cabellos secos. El inicio de esta receta es igual a la anterior con la saponaria. Luego, derrite dos cucharadas de aceite de coco a baño maría y añade esa mezcla, junto con una yema de huevo y 3 gotas de cognac. Revuelve constantemente. Deja enfriar y aplica en el cuero cabelludo luego de humedecer. Deja que actúe cinco minutos y enjuaga con abundante agua templada.

  • Shampú de hierbas: otra opción para los cabellos secos o dañados. Hierve 15 gramos de raíz de hinojo y 15 gramos de saúco o trébol en una taza con agua, durante 10 minutos. Cuela y añade media taza de jabón neutro, rallado. Deja que se enfríe y guarda en un recipiente cerrado. Aplica como un shampú tradicional.


 Es preciso que tengas en cuenta que durante los primeros días puede que sientas mucha picazón o caspa, no te preocupes, es el proceso que hace el cuero cabelludo para “volver a la normalidad”. 

jueves, 7 de mayo de 2015

Acciones que rinden frutos

Hemos realizado con gran éxito 5 concursos escolares de reciclaje de pilas y como parte de los premios que otorgamos a las escuelas ganadoras, les entregamos una dotación de árboles para contribuir con sus áreas verdes.

En esta ocasión nos alegra mucho compartir con ustedes la foto que nos envío el Colegio Tarbut mostrando como han crecido los árboles que plantaron en su escuela. 

Si ya eres parte de este movimiento, se constante, y no olvides promover acciones ecológicas con los más pequeños de casa, la salud del mundo está en manos de todos.





¡Juntos ponemos nuestro granito de arena por un mejor planeta!

martes, 5 de mayo de 2015

Aísla tu casa del calor.

Las temperaturas extremas del verano ponen nuestras viviendas a prueba. 
Cuando llegan estas fechas sufrimos lo que implica tener un hogar mal aislado o con problemas de ventilación y refrigeración. Tanto si tu casa es un horno como si tu factura eléctrica se dispara con el aire acondicionado, estos consejos te vendrán bien para ahorrarte sudores. 

¡Aísla tu casa del calor y conviértela en la envidia de tus vecinos! 

 Instala ventanas con doble acristalamiento
Las ventanas son la parte del edificio donde se registran más pérdidas energéticas, así que el doble acristalamiento será un buen aliado para el confort térmico la vivienda.
También ayudan considerablemente la utilización de vidrios que poseen baja transmisión térmica y bajo factor solar (relación entre la energía que entra en una sala a través del cristal y la energía solar que incide en la superficie exterior de dicho vidrio perpendicularmente), o perfiles de ventana con rotura de puente térmico.
Evita en la medida de lo posible la insolación directa sobre los cristales. Las persianas o toldos exteriores también te ayudarán a mantener la vivienda aislada.
 Ventila por las mañanas y por las noches
Ventila por las mañanas y por las noches, cuando bajan las temperaturas. También es recomendable ventilar durante el día si tu vivienda dispone de ventilación cruzada, que básicamente consiste en la ventilación natural de la casa generando corrientes naturales al abrir al mismo tiempo ventanas opuestas. Eso sí, presta atención a la dirección predominante de los vientos y en qué fachadas da el sol para evitar que el aire que entra sea más cálido que el que sale.
 Minimiza el uso de luces y electrodomésticos
No es recomendable encender luces para evitar la penumbra provocada por un excesivo celo a la hora de impedir el acceso del sol a través de las ventanas. No sólo estarás emitiendo más calor sino que además tendrás que pagar más en la factura eléctrica. Deja que la luz se cuele lo suficiente por las rendijas de las persianas. Puedes abrir las cortinas interiores, porque no son buenos aislantes e impiden el paso de la luz. Si tienes lámparas de varias bombillas, puedes quitar alguna o encender sólo lamparitas de mesa. La mejor solución técnica puede ser un sistema de aprovechamiento de luz natural que regule el nivel de iluminación en función del aporte de luz natural.

Los electrodomésticos también emiten calor. Especialmente el horno, el lavavajillas, la lavadora o la secadora. Es mejor si los utilizas en las horas de menos temperatura atmosférica y cuando no tengas que quedarte en la cocina. Utilizar electrodomésticos altamente eficientes energéticamente favorecerá el ahorro.
 Optimiza el uso de agua caliente
En verano es habitual que se reduzca el consumo de agua caliente, especialmente en la ducha. Aún así, es inevitable que para algunas tareas del hogar como fregar los platos, poner lavadoras o lavavajillas se utilice el agua caliente. Esto puede hacer que, si las tuberías de la casa son antiguas o están mal aisladas, aumente la temperatura interior debido al recalentamiento que se produce con el paso del agua caliente por las conducciones.

Un buen sistema de aislamiento en la red de tuberías no sólo ayuda a mantener la temperatura deseada, sino que permite un uso más eficiente de la energía, pues se desperdicia menos energía calorífica, lo que puede suponer un ahorro que también interese considerar. Por otro lado, el uso de la energía solar para producir agua caliente sanitaria produce unas inversiones o gastos iniciales que se recuperan a corto plazo.
 Rodéate de plantas
El agua, al evaporarse, hace bajar la temperatura del ambiente. Aprovecha este recurso que te da la naturaleza y, si tienes terraza o jardín, regarlo te ayudará a reducir la temperatura un par de grados. Utilizar especies adaptadas a la climatología del lugar permitirá no consumir agua de riego en exceso.

Si tu vivienda no dispone de un espacio amplio en el exterior que sea posible remojar, una solución puede ser colocar plantas y maceteros en las ventanas, que al absorber los rayos de sol crearán una película de frescor que el aire esparcirá por la estancia en la que se encuentre. Como comentario, las plantas con flores transpiran más por sus hojas que las que no las tienen.

Plantar enredaderas también da muy buen resultado porque crea una capa de vegetación en la fachada que hace las veces de aislante natural. Si la trepadora es caduca permite aprovechar los rayos de sol del invierno, y si se regula su implantación y crecimiento mediante celosías o elementos similares se impedirán posibles efectos contraproducentes en las fachadas y revestimientos.
 Mejora el aislamiento en paredes y techos
Tener un buen aislamiento en paredes y techo puede llegar a reducir más de un 30% los gastos en refrigeración. Para asegurarte de que el calor no entra por estas partes de tu hogar, aplica materiales aislantes de la forma más adecuada a cada situación. En el mercado hay multitud de soluciones, desde las más sencillas como pinturas que reflejan la luz y desvían el calor, hasta las más sofisticadas, como fachadas ventiladas: un sistema de doble hoja cuyas capas están separadas por material aislante y una cámara de aire que protegen el interior de las altas temperaturas, que además reduce los puentes térmicos. Déjate asesorar por un técnico cualificado, que te propondrá la mejor solución teniendo en cuenta la ubicación de la casa, su orientación y tamaño.